CarlosLozanoPlace of Publication: Universidad Externado de ColombiaPublish Year: 2022Primary Citation: Lozano, C. 2022. Animal rights in Colombia: a critical reading in environmental perspective. State Law Magazine. 54 (Nov. 2022), 345–380.0Country of Origin: Colombia
Summary:
Animal rights are commonly understood as an expression of the rights of nature. However, both are in open contradiction, due to the complex interactions of ecosystems and the place of fauna in them, poorly understood by the generators of animal law rules, because in those animal suffering is inherent. The rights of animals in Colombia are not an expression of the rights of nature, on the contrary, they undermine them, and hinder the consolidation of an environmental right aligned with social justice and that puts the survival of ecosystems at the center. The above, because animal law outlaws critical ecological processes, gentrifies environmental law, promotes an artificial binary between fauna and flora, contradicts certain forms of climate action, hinders conservation, stigmatizes cultural diversity, agency class discrimination, prevents the control of invasive species, generates a protection deficit for other kingdoms of life, like the vegetable and the fungi, and promotes a transition from anthropocentrism to a kind of zoocentrism (article in Spanish).
Reprinted with permission. Lozano, C. 2022. Animal rights in Colombia: a critical reading in environmental perspective. State Law Magazine. 54 (Nov. 2022), 345–380. DOI: https://doi.org/10.18601/01229893.n54.11.
Resumen:
Los derechos de los animales son entendidos comúnmente como una expresión de los derechos de la naturaleza. Sin embargo, unos y otros están en abierta contradicción, debido a las complejas interacciones de los ecosistemas y el lugar de la fauna en ellas, pobremente comprendidas por los generadores de reglas de derecho animal, pues en aquellas el sufrimiento animal es inhe-rente. Los derechos de los animales en Colombia no son una expresión de los derechos de la naturaleza, por el contrario, aquellos socavan a estos, y entorpecen la consolidación de un derecho ambiental alineado con la justi-cia social y que ponga en el centro la supervivencia de los ecosistemas. Lo anterior, debido a que el derecho animal ilegaliza procesos ecológicos crí-ticos, gentrifica el derecho ambiental, fomenta un binarismo artificial entre fauna y flora, contradice ciertas formas de acción climática, obstaculiza la conservación, estigmatiza la diversidad cultural, agencia la discriminación por clase, impide el control de especies invasoras, genera un déficit de pro-tección para otros reinos de la vida, como el vegetal y el fungi, y promueve una transición desde el antropocentrismo hacia una suerte de zoocentrismo.